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domingo, 30 de enero de 2011

Sobre futuro y esperanza

Las últimas medidas que está tomando el gobierno son de todo punto necesarias. Creo que todo el mundo lo sabe. La situación económica, con independencia de donde provengan las culpas, obligan a adoptarlas. El gobierno y el partido socialista que lo sustenta están haciendo, por tanto, lo correcto.
Sin embargo no creo que esta actitud  le vaya a reporatr ningún beneficio electoral. La gente sabe que el esfuerzo ahora es necesario y hasta ahí puede entender lo que se está haciendo; puede asumir el sacrificio que ello supone. Pero el gobierno y el partido socialista están siendo incapaces de aportar la más mínima luz de esperanza. No de que se supere la crisis, que todo el mundo sabe que más tarde o más temprano se superará, sino de que en un futuro a medio o largo plazo, pongamos cinco o diez años, las cosas podrían ser mejor que como se nos anuncian. La sensación que se está instalando es la de que estamos dando un paso atrás y que esa nueva posición es irreversible.
Y eso causa frustración y desesperanza; y la sensación de que todo puede ir a peor.
Yo no creo que esto vaya a ser así. Creo que el futuro de nuestros hijos e incluso el nuestro va a ser mejor que como se nos dibuja. Tengo esperanza de que sea así; o mejor dicho, creo que podría ser así, que con el esfuerzo de todos y el talento de la gente saldremos adelante y progresaremos; que hoy se recortan las pensiones pero que dentro de un tiempo, podríamos estar en condiciones de mejorarlas; pero nadie y mucho menos este gobierno está mandando un mensaje postivo en ese sentido; no se alimenta ni se da pie a la esperanza; y eso es lo que está causando el desapego de la gente; y esa es la causa de la declinante valoración que está sufriendo.

miércoles, 5 de enero de 2011

Milagro alemán y cinismo interesado

El "milagro" económico alemán resulta verdaderamente sorprendente en el contexto de crisis económica en que tiene lugar. Sin embargo algunos datos hay que tener presente para comprender cuál es la verdadera dimensión del espectacular incremento del empleo que experimenta Alemania.
Hay que saber, por ejemplo, que casi cinco millones de trabajadores alemanes tienen contratos de 400 euros mensuales y que aumenta el número de contratos temporales.
Estos datos no restan valor a una evolución económica tan positiva, sino que tal vez la expliquen y en cualquier caso describen la realidad tal como es.
Lo que resulta más sangrante es el cinismo y la frivolidad interesada con que algunos tratan estas cuestiones y manipulan la información.
Cuando el sr. Arenas pone de ejemplo, como hizo ayer en unas declaraciones, el modo en que Alemania afronta la crisis debería poner también estos datos sobre la mesa, y explicar qué tipo de contratos quiere para los españoles.
Interesante el siguiente artículo.