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viernes, 18 de marzo de 2011

Libia suma y sigue

Sería una ingenuidad pensar que en la intervención de la comunidad internacional no influye el interés por el petroleo que Líbia guarda en sus desiertos, o la consciencia de que en realidad Gadaffi sea un dirigente débil que difícilmente podrá mantenerse una vez pierda la superioridad militar con la que ha estado masacrando a su propio pueblo. Son enormes las expectativas de beneficios y limitados los riesgos que se asumen, por eso esta vez, a diferencia de otras muchas, la ONU ha actuado.

Sin embargo, esta percepción no impide reconocer que la decisión de poner freno a la barbarie enloquecida de Gadaffi supone también una señal a millones de ciudadanos árabes que la estaban esperando, y un espaldarazo a las reividicaciones de justicia y democracia que están protagonizando, conscientes, esta es mi impresión, de que les ha llegado su momento. Primero fue Túnez y despues Egipto, y ahora puede ser Libia; las preguntas ahora son ¿cuál o cuáles serán los siguientes?, y también ¿cómo darán el paso a las reformas que los ciudadanos van a reclamar?, y por último ¿actuará también la comunidad internacional si en vez de con reformas y apertura los gobiernos responden con represión? Veamos que ocurre en Bahrein y atendamos a los acontecimientos.
En otro orden de cosas me me ha llamado la atención y sorprendido la apelación de Gadaffi a la figura de Franco, y el paralelismo que ha querido establecer entre su reconquista del último reducto rebelde de Bengasi y la caída del Madrid de la República. Sorprende que un dictador que hasta ahora había cultivado un aureola pseudoizquierdista se acuerde en estos momentos de la supuesta azaña de un general fascista. Qué pensarán de tamaño desvarío Hugo Chavez y Daniel Ortega, sus últimos valedores en la escena internacional.

Además, si fuera consciente de las implicaciones que se pueden derivar de su desafortunada comparación Gadaffi seguramente hoy encontraría motivos fundados para la preocupación, pues si la entrada de Franco en Madrid supuso su triunfo en la contienda, también es cierto que esa victoria fue posible gracias principalmente a la superioridad aérea con que Franco pudo contar a lo largo de la guerra, la misma superioridad que el dictador libio acaba de perder.

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